Iván Pradenas, padre de Martín Pradenas, recibió una condena de cinco años de presidio, luego de reconocer su culpabilidad en el delito de abuso sexual infantil.
Por la figura de abuso sexual contra menor de 14 años, el Juzgado de Garantía de Temuco estableció dicha resolución en contra de Iván Pradenas Valencia.
Se trata del padre de Martín Pradenas, quien hoy cumple una sentencia de 17 años de cárcel por los delitos de violación y abuso sexual, incluido el caso que tiene como víctima a la joven Antonia Barra.
La condena en contra de Pradenas padre se dio en un procedimiento abreviado, norma que -para evitar un juicio oral y penas más extensas- implica que el acusado reconozca su responsabilidad en el ilícito por el cual es acusado. La audiencia fue reservada, debido a la gravedad de los antecedentes y a las medidas necesarias para resguardar la privacidad de la víctima y así no caer en una victimización secundaria.
Es por eso que no se ventilaron mayores antecedentes respecto a las circunstancias de los hechos. En ese sentido, el fiscal Luis Torres mencionó que “pedimos dentro del rango la pena máxima a imponer, que son cinco años, sin que se discutiera ningún tipo de beneficio alternativo, es decir, que la sanción sea cumplida efectivamente en la cárcel”.
Por su parte, el abogado querellante en esta causa, Rodrigo Orrego, subrayó que todo fue fruto de un acuerdo, en el que Pradenas y su defensa se sometieron a las condiciones de la representación de la víctima. Esos términos eran su reconocimiento en una declaración ante la Fiscalía y luego ante el tribunal, para arribar a una condena efectiva.
“Estamos frente a una persona menor de 14 años, en que afortunadamente se ha llevado un proceso de reparación que ha sido importante y ha rendido frutos y, en ese contexto, obviamente hay que sopesar las consecuencias que trae una revictimización al momento de declarar en un juicio oral, juicio oral que podría desarrollarse en un año más, 18 meses más. Por lo tanto, parte del planteamiento, como lo digo, fue ese, que él declarara expresamente en Fiscalía y que se tratara de una condena de carácter efectivo. En ese contexto nosotros aceptamos el procedimiento abreviado”, explicó.
Además de los cinco años de presidio, Pradenas fue condenado a diez años de sujeción a vigilancia policial, para lo que deberá informar su domicilio a Carabineros cada tres meses. También se dictó su inhabilitación de forma absoluta y perpetua para trabajos que involucren contacto con niños, niñas y adolescentes. La defensa del acusado solicitó su traslado hacia la cárcel de Nueva Imperial.