La Corte de Apelaciones de Temuco confirmó una sentencia de 12 años de cárcel, en contra del exfiscal militar Alfonso Podlech Michaud. Se ratificó su responsabilidad en un secuestro, en carácter de lesa humanidad, cuya víctima está desaparecida desde septiembre 1973.
Fue en mayo del 2024 cuando Podlech recibió la condena, dictada por el ministro en visita para causas por derechos humanos Álvaro Mesa. Luego de eso la defensa el exfiscal militar recurrió a la corte para anular lo resuelto, bajo el argumento de infracciones legales.
En su fallo, el tribunal de alzada temuquense estableció que “resulta preciso tener en consideración que la materia en discusión debe ser analizada conforme a la normativa internacional de los Derechos Humanos contenida principalmente en los Convenios de Ginebra, que impiden la prescripción, total o gradual, respecto de delitos cometidos en casos de conflictos armados sin carácter internacional”.
“A la misma conclusión se llega considerando tanto las normas de la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas, como las de la Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de Lesa Humanidad, por cuanto de conformidad a esa normativa, la prescripción gradual tiene la misma naturaleza que la total”, agrega el documento.
Secuestro calificado
Al rechazar el recurso de la defensa de Podlech, se dio por confirmada la condena, en la que el exfiscal militar es responsable del delito de secuestro calificado, en perjuicio de Ambrosio Eduardo Badilla Vasey, de 28 años a la época.
La investigación concluyó que la víctima era funcionario del Banco Estado de Temuco y miembro del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), siendo detenido días después del golpe de estado en el sector Pedro de Valdivia, donde permanecía oculto.
Fue trasladado al Regimiento Tucapel de Temuco, donde de acuerdo al relato de un testigo se le vio en deplorables condiciones físicas, con signos de tortura. Incluso, el propio Badilla le habría advertido que lo asesinarían.
“En este lugar pude ver tirado sobre una banquilla, a quien antes conocí como Ambrosio Badilla Vasey, vestido, sin venda en sus ojos y en deplorables condiciones físicas, su rostro evidencia brutales golpes, como también uno de sus hombros completamente dislocado. Recuerdo que me manifestó: ‘A mí me van a matar, esta noche según escuché me llevan a Caburgua’, advirtiéndome entre otras cosas de lo que me iba a suceder”, relata el testimonio.
Según la condena, la responsabilidad de Podlech se configura en su rol como abogado asesor de la Fiscalía Militar y su calidad de fiscal militar ad-hoc de ese regimiento, ya que por esas funciones conocía los registros de las personas detenidas, las interrogaba y tomaba decisiones sobre sus derivaciones.
Además, se dio por acreditado que, al pedir la familia información sobre la víctima, el exfiscal militar les respondió con ambigüedades, hasta que luego de varios intentos habría aconsejado no seguir preguntando, ya que “no había nada que hacer”.