En prisión preventiva quedó un hombre de 23 años, formalizado por parricidio frustrado en contra de su hijo de dos años en Temuco. La Fiscalía le imputa haberle disparado en la cabeza.
Por dicho delito, además de porte ilegal de arma de fuego y municiones, se comunicaron los cargos en contra de este sujeto, cuya identidad y rostro la justicia prohibió difundir en virtud del resguardo de las víctimas del caso, originado durante la jornada del martes y que mantiene al menor en riesgo vital.
De acuerdo con los antecedentes entregados por la Fiscalía, el impacto balístico estuvo motivado por su negativa a seguir pagando la pensión alimenticia del niño. Todo esto, después que él mismo fuera a buscarlo a un jardín y lo llevara a la casa de su madre.
Luego de la audiencia, el fiscal Luis Arroyo explicó que el hombre declaró ante el tribunal y afirmó que se trató de una situación accidental, tesis que el ente persecutor refuta.
“Efectivamente hoy existen dos versiones, la que plantea el Ministerio Público y también la que plantea la defensa. La diferencia es que la de la defensa se sostiene más bien en argumentaciones que ha planteado el mismo abogado defensor y la de la Fiscalía se sostiene en antecedentes concretos”, dijo el persecutor.
En este sentido, el fiscal Arroyo también argumentó que el imputado “da cuenta de una conversación al interior del domicilio de la madre, que habría planteado una cuestión relativa a visitas, a pensión alimenticia y entrega una serie de hechos (…) hay cámaras de seguridad que se obtuvieron de la vía pública y dan cuenta que la madre llegó al domicilio a las 17:57 horas y sale del domicilio, con su hijo ya herido, a las 18:00 horas en punto, por lo tanto, estuvo tres minutos al interior de la casa”.
“Entonces debemos creer o entender que toda esa dinámica que el imputado declaró sucedió en tres minutos. La verdad es que, aplicando máximas de la experiencia y lógica, creemos que no es posible”, concluyó el fiscal.
Por otro lado, el defensor penal público Luis Acuña, quien representa al involucrado, dijo que “si bien es cierto el imputado estuvo en el domicilio portando un arma, como lo señala la madre de la víctima, esta arma se habría disparado de manera accidental. Quedó claro el día de hoy en la audiencia que las condiciones de conservación del arma estaban bastante dañadas. Es antigua, con óxido. Es tan así que incluso se realizó un segundo disparo, según lo que se expresa en los antecedentes policiales y que obra en la carpeta de investigación, disparo que se realizó aparentemente el mismo imputado, con intención de suicidarse”.
“No se logró este resultado, porque el proyectil balístico no logró salir del cañón. Eso demuestra que el estado de conservación del arma impedía, en este caso en particular, el normal funcionamiento y la salida del proyectil, lo que pudo haber ocasionado que, en el sitio del suceso número uno, es decir, en el domicilio de la víctima, esta se haya disparado accidentalmente”, agregó el jurista.
Sobre el motivo de sacar un arma frente a la mamá del menor, el abogado Acuña mencionó que “la intención que expresa el imputado en su declaración es que, atendidos los problemas económicos en que él se encontraba por la entrega de esta pensión de alimentos, que él había acordado previamente en una mediación con la madre, quería él obtener el cuidado personal del menor de edad, para que viviera en conjunto con sus padres. La intención del imputado jamás fue quitarle la vida a su hijo”.
El Juzgado de Garantía de Temuco autorizó un plazo inicial de cuatro meses para el desarrollo de la investigación.
En paralelo, la defensa denunció y pidió indagar agresiones de internos y gendarmes en las cárceles de Angol y Valdivia, afirmando que incluso un funcionario le dijo que se quitara la vida. El tribunal ofició a Gendarmería para conocer los nombres de los efectivos que tuvieron interacción con el hombre.