La condena fue impuesta por delitos cometidos entre los meses de noviembre de 2023 y enero de 2024, de los cuales dos fueron acreditados en el juicio gracias a los testimonios de las víctimas, así como el análisis de cámaras de seguridad. Según se estableció, el condenado utilizaba armas cortopunzantes y botellas quebradas para intimidar a las víctimas y robarles celulares y billeteras.
Pese a ser acusado por tres delitos de robo con intimidación, fue absuelto de uno de ellos, ya que según explicó la Fiscalía, la víctima no participó del juicio oral debido a su afectación emocional.
El fiscal del Ministerio Público, Italo Ortega, explicó que, mediante la prueba audiovisual aportada en el juicio, en uno de los asaltos “se observa como el imputado aborda a la víctima, primero la sigue, posteriormente la aborda y, en definitiva, la intimida para sustraerle un teléfono celular”.
En otros registros, se ve como el sujeto se desprende de una billetera perteneciente a otra víctima, lanzando la especie al interior del patio de una empresa en la calle Las Heras de la capital regional.
El persecutor agregó que “en uno de los casos, la víctima dada su afectación emocional no participó del juicio oral, y entendemos que ese es uno de los motivos por el que fue absuelto de ese hecho”.
Por tanto, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Temuco, sentenció al individuo a la pena de 10 años de presidio por dos delitos de robo con intimidación.